Una solución innovadora para la producción de hidrógeno

Investigadores del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad de Sevilla han creado un sistema revolucionario que utiliza residuos de naranja para generar hidrógeno, que se almacena de forma segura en amoníaco. Esta tecnología no solo evita las emisiones contaminantes, sino que también abre nuevas oportunidades para la producción sostenible de combustibles y fertilizantes.

El enfoque del equipo se centra en la gasificación con agua supercrítica, una técnica que permite convertir biomasa altamente húmeda en un gas de síntesis sin necesidad de un secado previo, lo que aumenta la eficiencia energética y reduce los costos operativos. El investigador principal, Francisco Javier Gutiérrez Ortiz, explica que esta metodología elimina la necesidad de secar la biomasa, un paso común que resulta costoso energéticamente.

Aprovechamiento del amoníaco para el almacenamiento

A diferencia del hidrógeno en estado gaseoso, que requiere condiciones extremas para ser transportado, el amoníaco puede manejarse con infraestructuras existentes, lo que simplifica su logística y distribución. Esto lo convierte en una opción viable para generar electricidad o servir como materia prima en procesos industriales.

El sistema, diseñado para operar de forma constante y autosuficiente, produce 745 kilos de amoníaco cada hora a partir de 10 toneladas por hora de biomasa. Además, captura unas 3 toneladas de dióxido de carbono por hora, contribuyendo a la reducción de emisiones nocivas.

Perspectivas y próxima aplicación

Los investigadores también están explorando la posibilidad de extender esta tecnología a otros residuos orgánicos, lo que podría transformar problemáticas de desecho en recursos valiosos. Este trabajo, apoyado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de Andalucía, representa un avance significativo hacia prácticas más sostenibles en la producción energética.


- Te recomendamos -