
Pequeñas acciones que marcan la diferencia en la lucha contra el desperdicio alimentario
En el contexto del Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, la Junta de Andalucía ha resaltado la importancia de adoptar prácticas sostenibles en el hogar y al momento de comer fuera. Según estadísticas, se estiman cerca de 60 millones de toneladas de alimentos desperdiciados anualmente en la Unión Europea, lo que representa un promedio de 132 kilos por persona, siendo los hogares responsables de más de la mitad de este total.
Entre las recomendaciones para un consumo más responsable, se sugiere realizar una planificación semanal del menú, revisar los alimentos disponibles en la despensa, y hacer las compras con una lista ajustada a las necesidades. También se aconseja reducir las compras impulsivas y visitar comercios con mayor frecuencia para adquirir solo lo necesario.
La etiqueta de los productos juega un papel crucial; es fundamental prestar atención a las fechas de caducidad y consumo preferente, así como la información sobre conservación y uso que se proporciona. Optar por productos a granel y evitar envases innecesarios también contribuye a disminuir el impacto ambiental.
Por otro lado, un adecuado almacenamiento de los alimentos en el frigorífico puede prolongar su vida útil. Es importante colocar carnes y pescados en las zonas más frías y conservar las sobras en recipientes herméticos tras perder su temperatura de cocción, manteniendo así la higiene y seguridad alimentaria.
Además, se recalca que los restaurantes tienen la responsabilidad de minimizar el desperdicio. Ofrecer la opción de llevar a casa las sobras y aceptar recipientes reutilizables puede tener un gran impacto en la reducción del desperdicio alimentario. Las personas consumidoras deben asegurarse de que estos recipientes estén limpios y adecuados para el transporte de los alimentos.
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