Una persona trabaja con un ordenador | Foto de 123RF/vershininphoto

El 35% de la población activa carece de competencias digitales básicas, pese a que el 90 % de los empleos ya las requieren, según la Comisión Europea. Los datos del Cedeop refuerzan esta tendencia: el 71% de los trabajadores europeos considera que necesita algún nivel de competencia digital para desempeñar su labor.

En un mercado laboral cada vez más digitalizado, la formación tecnológica se ha convertido en una herramienta esencial de inclusión. Hoy, el empoderamiento digital se consolida como una vía para reducir la brecha social y mejorar la inserción laboral de quienes más lo necesitan. Según la Comisión Europea.

En España, distintas entidades públicas y privadas están impulsando programas para revertir esta desigualdad. La Comunidad de Madrid, en colaboración con LinkedIn, lanzó este año un plan de formación gratuito en habilidades digitales con 24.000 cursos online, orientado a mejorar la empleabilidad y la visibilidad profesional de los madrileños.

También desde el ámbito social, la Cruz Roja Española y la compañía de moda SHEIN han unido fuerzas para reducir la brecha digital y facilitar el acceso al empleo a través del programa Mínimo Común Digital. La iniciativa permitirá que 1.000 personas —principalmente mujeres y jóvenes, los colectivos más vulnerables frente al desempleo — participen en talleres prácticos, aprendiendo a usar herramientas digitales clave para buscar empleo y mejorar su autonomía profesional

Por su parte, la Fundación Orange, junto con la Agencia para el Empleo de Madrid, impulsa un programa de formación en competencias digitales dirigido a personas desempleadas. El objetivo es dotarlas de las herramientas necesarias para desenvolverse en un entorno laboral cada vez más tecnológico.

En el ámbito de la discapacidad, la Fundación ONCE ha desarrollado el programa ‘Esenciales’, cofinanciado por el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), con el que ofrece formación en competencias digitales básicas a más de 16.000 personas con discapacidad. La iniciativa busca mejorar su empleabilidad y fomentar su participación en un mercado laboral inclusivo.

Estas actuaciones demuestran que la colaboración entre administraciones, ONG y empresas es clave para cerrar la brecha digital. Más allá de la tecnología, el empoderamiento digital significa abrir oportunidades laborales, mejorar la igualdad de acceso al empleo y ofrecer a cada persona las herramientas necesarias para desarrollarse en una sociedad cada vez más conectada.


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