La Audiencia de Sevilla respalda la sentencia que condena a un hombre a siete meses de prisión y más de tres años de pérdida de permiso de circulación por conducir bajo los efectos del alcohol y negarse “de forma rotunda y reiterada” a someterse a la preceptiva prueba de alcohol, a pesar de haber sido advertido por los agentes de las graves consecuencias penales de su negativa.
Los hechos ocurrieron en julio de 2020, cuando el acusado, al volante de un Nissan Yuke, circulaba por Arahal después de ingerir una cantidad considerable de alcohol. Los agentes de la Policía Local lo detuvieron y le solicitaron que se sometiera a la prueba de alcoholemia, a lo que el conductor se negó enérgicamente de manera repetida.
A pesar de alegar una presunta vulneración de su presunción de inocencia, la Audiencia respaldó la decisión del Juzgado de lo Penal número dos, destacando que los testimonios de los policías se mantuvieron coherentes y lógicos durante el juicio oral. La grabación del juicio respaldó la versión de los agentes, quienes informaron que contactaron con el acusado mientras estaba al volante y que le dieron el alto después de que realizara una maniobra brusca.
La Audiencia de Sevilla ha desestimado por completo el recurso de apelación del acusado y ha confirmado plenamente la sentencia inicial condenatoria del juzgado. Esta decisión envía un claro mensaje sobre la importancia de cumplir con las pruebas de alcoholemia y las graves consecuencias de la negativa a hacerlo.
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